El tráfico directo es cualquier vista a una web realizada por un usuario sin que este haya hecho clic en ningún enlace que aparezca en los resultados de un buscador, en el contenido de otra web, red social o anuncio. Es decir, es el tráfico web que procede de teclear en la búsqueda del navegador la dirección del sitio web directamente.
Lo cierto es que el tráfico directo nos aporta mucha información cualitativa y cuantitativa sobre nuestra web y negocio.
En primer lugar, es un indicador de lo popular que es nuestra marca entre los usuarios o de lo fácil que resulta recordar nuestro nombre de dominio.
Por otro lado, un porcentaje elevado de tráfico directo puede significar que muchos visitantes nos tienen en su mente como primera opción a la hora de visitar nuestra web, aplicación o tienda online frente a la competencia.
Por lo general, dentro del tráfico directo también se considera otro tipo de tráfico web debido a que no siempre es posible determinar su origen por parte de las herramientas de analitica web como ocurre por ejemplo con google analytics
Pero existen muchas casuísticas que pueden distorsionar la correcta medición de este tráfico web.
Existen estudios que afirman que el 60% del tráfico directo es en realidad orgánico
Sin entrar a valorar los detalles de estos estudios es cierto que muchas veces dentro de esta tráfico directo se imputan vistas que nada tienen que ver con él.
Para evitar esta desviación en los datos de tu proyecto debes saber estos factores que puedan estar desvirtuando la magnitud del volumen de este tipo de visitas.
Indaguemos las causas más comunes del tráfico directo para encontrar la respuesta:
Los empleados suelen visitar la página web de la empresa para la que trabajan. Si no tienes la IP filtrada en tu herramienta de analítica web acabarán contando como parte del tráfico directo. Como regla general, filtra todas las IP de los empleados de la empresa.
A menudo uno de los principales culpables de distorsionar las cifras de tráfico directo es contar con una intranet o portal de clientes integrado con tu sitio web. En este caso, no es conveniente filtrar completamente este tráfico, sino configurar diferentes vistas dentro de Google Analytics para ver los datos sin este tráfico.
Es bastante común que los clics de correo electrónico de Outlook, o de apps de dispositivos móviles no pasen la información de referencia. Normalmente se puede identificar si un correo electrónico ha causado un pico de tráfico directo analizando el tráfico alrededor del momento en que se envió un correo electrónico concreto pero puede ser imposible de seguir cuando hablamos de cientos de empleados mandando emails cada día.
Programas como Skype, slack, asana, o las aplicaciones de noticias a menudo no pasan información de referencia y, por lo tanto, dan lugar a tráfico directo. La mejor manera de capturar y analizar esto es entender dónde se utilizan habitualmente los enlaces de tu sitio web o dónde se colocan digitalmente, incluidas las aplicaciones.
Aunque tradicionalmente se atribuye este tráfico directo a los visitantes que introducen manualmente la URL del sitio web o hacen clic en un enlace marcado la realidad es mucho más compleja.
Medir y analizar el tráfico directo puede llegar a ser un reto para cualquier equipo de analitica y marketing digital. Determinar la realidad que esconden estas visitas supone comprender muy bien como es nuestro negocio, las secciones de nuestra web, inventario de apps y aplicaciones de software a parte de dominar en profundidad las herramientas de analitica web.
Y es que, si no se mide bien este componente del tráfico podemos obtener una interpretación de los datos muy sesgada
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